miércoles, 10 de noviembre de 2010

Juguetes

En mi   niñez  disfrutaba jugando en las  polvorientas  calles  del pueblo junto  a  mis  amigos. El pueblo  era apacible  y  el eco de nuestras  voces  retumbaban con insistencia.

Jugábamos  a  hacer  carretereas con curvas  cerradas  y abismos  por  os  que  guiados  con nuestras  manos  recorrían  camioncitos  de  plástico. Ruuuuuun   Tititiíiiiiiiiiiiiiiiiiiiii    Avanzaban nuestros  camiones. Algunos  identificábamos  a los  vehículos  con los  nombres  de  los  camiones. El  más  popular  era  "Joven soy",  camioncito de  verde y  naranja  lleno de  melocotones y  manzanas. 

En la  competencia  por  hacer  carrtereas  no  había  discriminación a  las  chicas, ellas  también  hacían  las  suyas.

En el verano  jugábamos  con las  cometas de colorido  papel  ylargas  colas  de  retazos. Sentir  el poder  del  viento  halando  nuestras  cometas  era  emocionante.  Mucho  más  cuando  el  rollo de  pabilo era  sujetado con todas las  fuerzas  posibles  para  evitar la  huida  de las  cometas. 

Cuando se  estrellaban las  cometas  solo quedaba  la  resignación, pues  era  imposible  treparse  sobre  las  calaminas  de  filudos  bordes. Entonces  debíamos  ir  a las  quebradas  en  busca  de  carrizo.

Jugar  con el  aro  era  una  diversión  para  pocos. teníamos  que  contar  con la  rueda  metálica  y  un grueso  alambre  que  avanzaba  delante  de  nosotros que  con el sudor  en el  rostro enrojecido  saltábamos   sobre  piedras  en las calles  del  pueblo  o  en el camino a  la  chacra.

Una  alternativa al  aro  era  sujetar  con  un  clavo  una  lata  vacía    a una  caña  o  palo.  Una  forma  de  empujar  una  rueda con la  seguridad de  que no se  soltaría.  Era  este  un  juego  para  los  menos  osados.

Otros  juegos  estaban  referidos  a la labor  de pastoreo. hacíamos  corralitos  con  piedrecitas  y  musgo representando  los  cerros  conocidos  a  una escala  proporcional. Ganaba el equipo que  más  detalles  representaba:  la  chakana  para  guardar  los  quesos,  el corralito  para  los  guachitos  o  terneros, etc.

Después  de  cada  festividad  los  juegos  estaban  referidos  a  las  ocurrencias  de los  días  de celbración. Unos  imitaban  a  los  músicos  de  la  banda  de  músicos, a  las  danzas  y los  principales sucesos. Los  juegos siempre  han  promovido  la  creatividad y  la  lectura  de  la  realidad  para  representarla  a escala  y  con  muchos  detalles.

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